La ubicación de los altavoces

En el anterior artículo escribíamos sobre cómo elegir un sistema de alta fidelidad ideal, las fuentes de sonido y la amplificación. Hoy hablaremos sobre la colocación  y posición de los altavoces.

Dónde colocar los altavoces

Ya hemos mencionado que el tamaño de una habitación puede tener un impacto fundamental en el tamaño y el tipo de altavoz que debe comprar; ahora vamos a explicar por qué.

 

Este texto es parte del post “Getting great stereo sound at home” publicado en el blog de Bowers & Wilkins.

Los componentes móviles de un altavoz se denominan unidades de accionamiento —drivers—, porque trabajan para hacer vibrar -o “conducir”- el aire de la habitación. Cuanto más grande sea el altavoz y más grandes sean sus unidades de accionamiento -o cuantas más unidades de accionamiento emplee, en algunos casos-, más aire podrá mover.

 

Esto es importante porque cuanto más grande sea la sala, más aire tendrán que mover los altavoces y, por tanto, más tendrán que trabajar. Por poner el ejemplo más extremo, las diminutas unidades de accionamiento de la mayoría de los sistemas de altavoces de sobremesa sonarían “perdidas” en una gran sala de conciertos. Del mismo modo, un par de altavoces de suelo de gran tamaño provocaría un exceso de aire en un espacio pequeño y sonaría, tanto desde el punto de vista sonoro como, de forma sorprendente, físicamente intimidante.

 

Por eso, elegir altavoces de un tamaño adecuado para el espacio disponible es un paso importante para mejorar la alta fidelidad. Esto significa ser realista no sólo en cuanto a la sala de la que se dispone, sino también en cuanto a la ubicación real de los altavoces en ese espacio. Si tiene que colocar los altavoces cerca de una pared o en una esquina, es posible que sus opciones de compra sean bastante limitadas.

 

¿Por qué? Sencillamente, porque cada altavoz interactuará con su entorno físico, y especialmente con los límites cercanos, principalmente las paredes. Si coloca los altavoces cerca de una pared trasera, en casi todos los casos comprobará que el nivel de graves aumenta, pero esto puede ser a expensas de la apertura, la imagen estéreo y la velocidad.

 

Los altavoces más grandes simplemente exacerbarán este efecto, sonando más grandes y con más graves que nunca. Por el contrario, si se colocan altavoces pequeños demasiado lejos en la habitación, pueden sonar perdidos, de nuevo, porque se les pide que conduzcan demasiado aire (y pueden haber sido diseñados para depender de ese llamado “refuerzo de los límites” de las paredes como parte de su afinación de graves).

 

Por este motivo, es fundamental que planifique dónde quiere colocar los altavoces antes de comprarlos: la ciencia exacta de la colocación puede variar, a menudo influída por el diseño de la caja, pero la mayoría de los fabricantes y distribuidores podrán darle unas directrices. Una regla en la que casi todo el mundo estará de acuerdo es que colocar los altavoces en las esquinas -o incluso cerca y equidistante de las paredes laterales y traseras- es un claro no-no: el efecto de bocina que se crea causará cantidades significativas de “boom”, que se convertirá en el elemento dominante del sonido.

 

La acústica de la sala también puede influir en el sonido de otras maneras: los altavoces colocados en un suelo duro y pulido tendrán un carácter significativamente diferente a los resultados que se obtendrían en una sala más cálida y suave, con duela. La causa son las reflexiones sónicas: una sala moderna y minimalista es más acústica que una inundada de muebles y similares.

 

¿Quieres escuchar esto en acción?

Entre en una habitación vacía y sin muebles, y aplauda: oirá un eco instantáneo o, si tiene muy mala suerte, una especie de tono de reverberación.

Si alguna vez va a una reunión social celebrada en una habitación poco amueblada, es probable que le resulte mucho más difícil seguir las conversaciones que en una con mucho mobiliario blando

 

Es muy difícil que su distribuidor compense este efecto en una zona de demostración típica, pero vale la pena mencionar las propiedades particulares de su sala de estar: es posible que pueda recomendarle un equipo capaz de compensar su acústica.

 

¿Cómo puedo ajustar la posición de mis altavoces?

Para obtener una imagen estéreo óptima, es decir, la sensación de que el sonido existe en tres dimensiones, debe colocar los altavoces a una distancia equidistante de la posición de escucha, a la misma altura relativa (utilizando soportes, si es necesario), y ligeramente inclinados hacia dentro, o “en punta”, hacia la posición de escucha. Imagínese un triángulo equilátero, en el que el punto superior del triángulo es su posición de escucha y la base plana representa el plano que ocupan los altavoces: simplemente incline cada altavoz de manera que siga el triángulo hacia su vértice, en su asiento. También puede utilizar una cinta métrica (y un amigo) para conseguir el mismo resultado: utilice la cinta métrica como “línea de visión” y pídale a su amigo que incline cada altavoz hasta que esté mirando directamente a sus unidades de accionamiento.

 

Este esfuerzo generará un “escenario sonoro” superior, en el que los altavoces casi desaparecen de la habitación. En su lugar, el sonido debería parecer que cuelga en el espacio entre los altavoces, como si lo generara un tercer altavoz invisible: después de todo, “estéreo” viene del griego y significa “sólido”, no “dos canales”.

 

El objetivo de la imagen estéreo es conseguir un verdadero escenario sonoro con profundidad (que se extiende más allá de los altavoces hasta la pared) y altura (hacia el techo), lo que le proporciona la escala sonora necesaria para hacer frente a cualquier cosa, desde las pistas acústicas más íntimas hasta una obra orquestal completa.

 

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